Stephen Malkmus acaba de
grabar junto a un puñado de amigos su versión de “Eye Bamyasi”,
el disco que Can grabara en 1972. Qué tiene que ver este dato con el
show de Television anoche en el Teatro Vorterix? Mas allá de que
basta escuchar “No more shoes”, en “Face the truth” (el disco
de Malkmus de 2005) para comprobar el grado de influencia que tiene
Verlaine sobre el fundador de Pavement (y que bien serviría como
excusa para trazar infinidad de lineas que crucen discos y artistas);
se m
e ocurrió citarlo porque aquel álbum de los alemanes acaso sea junto a “Marquee moon” uno de esos trabajos emblemáticos que a pesar de los años siguen estando un paso adelante de la mayoría de música que se edita por estos días.
e ocurrió citarlo porque aquel álbum de los alemanes acaso sea junto a “Marquee moon” uno de esos trabajos emblemáticos que a pesar de los años siguen estando un paso adelante de la mayoría de música que se edita por estos días.
Entré al teatro cuando
Sol Pereyra, la mexicana compañera de Julieta Venegas, estaba
terminando su set. El público la despedía con un aplauso apenas
respetuoso y yo, que ni siquiera sabía que había telonero, me fui a
buscar algo de cerveza y procurar un lugar más o menos cómodo. Se
preveía que el Vorterix iba a estar lleno, la ventilación del lugar
es más que insuficiente, y la idea era colocarse a salvo de esos
concurrentes que no hacen otra cosa que recorrer la pista entre la
gente como si estuvieran en los pasillos de las combinaciones del
subte. De esas dos pretensiones lo único que conseguí fue la
cerveza.
La expectativa era
grande, Television acá (especialmente acá) es más una banda de
culto que otra cosa, pero quienes sostenemos ese culto lo hacemos con
absoluta devoción. Que haya que haber esperado tantos años para
tenerlos frente a frente hizo que nos privemos del lujo de ver a
Richard Lloyd sobre el escenario, pero considerando que el
establecimiento de Jimmy Rip en el país fue lo que probablemente
haya posibilitado esta chance, no había mucho para lamentar. Por
otra parte el ladero de Verlaine tiene años trabajando a su lado, y
el mismo lider de la banda resalta que la química entre ambos lo
hace un digno ocupante del puesto.
Abrieron el show con
“Prove it”, con la voz de Verlaine un tanto baja (aspecto que se
fue corrigiendo a lo largo del show) y a partir de allí redondearon
un show inolvidable. En casi 40 años de carrera Televisión editó
apenas tres discos; aún así la banda en vivo rinde culto a su
pasado pero se muestra activa y vigente. Por eso además de citar a
“Adventure” (1978), “Televisión” (1992) y desde ya “Marquee
moon”(1977), pudimos escuchar temas de lo que alguna vez podrá
llegar a ser su cuarto trabajo. Aunque a decir verdad, con Television
sobre el escenario, el setlist es lo de menos. Cada tema es una
excusa para el despliegue de dos guitarras que recorren estilos,
juegan con los sonidos, dialogan entre efectos y construyen un clima
que va del hipnotismo a la fascinación, pasando por la psicodelia,
dejando rastros de virtuosismo y no abandonando jamás la impronta
rockera que las moviliza.
Television permite que
entre su público pueda haber tantas remeras de los Stooges como de
Robert Fripp, y que ninguno vaya a sentirse sapo de otro pozo. La voz
nasal de Verlaine y por momentos su manera casi recitada de cantar,
lo pone a mitad de camino entre Lou Reed y Johnny Lydon. Y aunque la
poética intrincada de Verlaine es uno de los grandes atributos de
Television, en vivo lo que prima es el sonido de un tandem de
guitaras inigualable. No quiero desmerecer el trabajo de Fred Smith
en el bajo, ni de Billy Ficca en la batería, pero a las cosas hay
que decirlas como son, y el vuelo llega a fuerza de slides, “noise”,
escalas enrevesadas y notas sostenidas en el espacio y el tiempo. “El
rock es inconciencia, audacia, transgresión y muchas veces tambien
es musica. Amigos el rock es muchas veces producto del azar o de
algunos hechos fortuitos que hace que seres que serian incapaces de
usar un abrelata lleguen al exito ” ha dicho alguna vez Peter
Capusotto. Mas allá del chiste, pensaba que tal vez la primera parte
de esa frase resultaba una buena definición para la música de
Television, mientras descubría al mismísimo Capusotto (Diego, no
Peter; su versión "seria" más cercana a la sección “y sus videos” del programa,
que a los hilarantes personajes que compone) disfrutando del show en la parte alta del
teatro.
“1880 or so”, “The
fire”, “Glory” fueron las encargadas de sumergirnos lentamente
en clima mientras escuchábamos los sonidos que nos resultaban más
reconocibles. En “Choppy chunga” el vecino Rip nos invitó a
repetir el coro, en “Little Johnny jewel” dijo presente la
versión más jazzera de la banda, mientras que “Venus” fue una
especie de regalo entre tanto clásico ignorado anoche. El coreado y
extenso “Marquee moon” (hay veces en donde ciertos
acompañamientos del público restan más de lo que suman, hay
guitarras que hablan por sí solas y esto no era, dicho con todo respeto,
“Ji,ji,ji” muchachos) dio por terminado el concierto. Aunque hubo
un regreso, y el cover de Count Five “Psychotic reaction” nos
despidió de Television en una versión cruda y garagera. Nos
quedamos un rato largo esperando por algo más, un tanto absortos por
el descomunal show que habíamos presenciado y otro tanto porque
guardábamos esperanzas de llevarnos algo más. Estábamos conformes
sí, pero escuchar “Friction” no hubiese estado nada mal. O “Call
Mr. Lee”, así yo citaba (como tenía pensado) al gran Arthur Lee y
tendía un puente musical imaginario entre los '60 y los '70, pero no
pudo ser.
Me fui con la convicción
de que será muy dificil que el año nos depare un show que pueda
superar al de Television anoche en el Vorterix (así como creo que no
será fácil encontrar un disco más lindo en 2013 que “The
messenger” de Johnny Marr). Y me fui pensando además en el carácter
atemporal del concierto, porque no es muy común que una banda
clásica como Television, nacida en el CBGB en pleno corazón de
Nueva York y de los '70, consiga no solo mostrarse actual, sino que
todavía sea capaz de sonar innovadora. Un auténtico salto al pasado
y al futuro al mismo tiempo. Ya en casa el cable me mostraba otra
versión de los '70 en un viejo capítulo de “That 70's show”. No
sé bien qué tendrá que ver esto con el concierto, pero Mila Kunis
está más buena que un pan con manteca espolvoreado con Nesquik.
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