lunes, 21 de diciembre de 2009

Gustavo Cerati en el Club Ciudad

Resultó la despedida perfecta. Para un año de shows inolvidables y también para el Club Ciudad como escenario para recitales. Las quejas de los vecinos (o de la vecina, se podría decir) pudieron más que la voluntad de encontrar soluciones para que el rock pueda tener lugares en donde expresarse masivamente. Pero los vecinos no se la llevaron de arriba. Porque anoche Cerati se sonó todo. Literalmente, no hay otra manera mejor de expresarlo. Porque más allá de la cuestión de los decibeles, la banda de Gustavo consiguió un sonido potente sin perder calidad ni detalle en cada arreglo, y por momentos resultó demoledora.
Después de la cancelación del sábado por la tormenta, el recital se reprogramó para ayer a las 20 hs, y la cantidad de barro en algunos accesos hizo suponer que esa decisión resultó razonable. El show en sí se repartió en dos mitades bien definidas. La primera estuvo dedicada a la interpretación íntegra de “Fuerza natural”, el último trabajo de Cerati, y primero post reunión de Soda Stereo. Y si el disco resulta de por sí sólido, en vivo realmente descolla. Desde la apertura con “Fuerza natural”, con un Cerati enmascarado, hasta el prolongado final con “He visto a Lucy” con los vientos comandados por Gillespie acompañando a la banda, el repaso fue preciso y apenas desordenado del recorrido original. Con puntos altos en cuanto a respuesta del público como “Deja vu” o “Rapto”, con momentos arrolladores, como “Dominó”, y tramos más calmos pero que resumieron los mejores temas del álbum: “Tracción a sangre”, “Sal” y “Cactus”. Cerati habló poco, hizo referencia a los vecinos y las quejas por el volumen, e invitó a que si alguien había traído algo “natural”, lo consuma (si me remito a mi experiencia de ayer, no creo que nadie haya llevado nada. Debe haber sido el recital más sano al que fui desde Pipo Pescador en La Rural. El único aroma penetrante que percibí fue el del Off que habían llevado unos chicos que estaban unos metros delante mío)
La segunda parte, abrió homenajeando a Mercedes Sosa con el tema que compartieron en el disco Cantora, “Zona de promesas” y que además resultó ser el único tema de Soda Stereo que sonó en el Club Ciudad. El resto fue un repaso parejo por la discografía de Cerati solista, con una banda sonando a la perfección (notables Leandro Fresco y Richard Coleman) y con un público más participativo. Pasaron primero “Pulsar” y “Te llevo (para que me lleves)” de Amor Amarillo con Anita Alvarez Toledo compartiendo las voces. Después un compilado de hits imbatibles: “Puente”, “Cosas imposibles”, “Crimen”, una potentísima versión de “La excepción”, citas a “Rebel, rebel” y “Post crucifixión”, y además hubo lugar para temas como “Marea de Venus” (del disco compartido con Melero, Colores Santos), “Vivo” y “Jugo de luna”.
En el cierre, al cabo de casi dos horas y media de show, Gustavo presentó a la banda, que además de los nombrados Alvarez Toledo, Coleman y Fresco, la integraron Fernando Nale en bajo, Gonzalo Cordoba en guitarra y Fernando Samalea en batería, y la despedida fue con “# (numeral)” tema oculto de “Fuerza natural”. Haciendo un resumen, hay que creerle a Cerati cuando afirma aquello de “nunca me sentí tan bien”, porque se nota. Se nota en la actitud sobre el escenario, en la frescura con la que interpreta las nuevas canciones, y porque después de la vuelta de Soda rescata se apoya sobre su etapa solista con convicción.
Un más que digno cierre de año para mí en cuanto a recitales. Un año que por acá tuvos los picos de la celebración de Spinetta y en el regreso de Charly, y de afuera las agotadoras tres horas de funk de George Clinton y el inigualable show de Radiohead. Veremos que trae el que viene, que arrancó mal con la cancelación de Brett Anderson.

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